Nuestra Mision
El modelo de los doce siempre ha estado en el corazón de Dios, y su número simboliza gobierno. Cuando existe ese gobierno hay orden, y se genera un escenario donde todos saben cual es su función, reconocen sus capacidades y son útiles en la tarea que se les delega.
Esta es la misión del Gobierno de los Doce:
Administrar. El rey Salomón estableció doce gobernadores para su reino. Cada uno de ellos estaba obligado a abastecerle a él y a su casa de todo lo necesario para vivir durante el año. (1 Reyes 4:7)
Restaurar. “Y tomando Elías doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob… edificó con las piedras un altar a Jehová” (1 Reyes 18:31ª.32ª). Y después de preparar el holocausto, procedió a ofrecerlo a Dios en sacrificio. El Señor no tardó en responderle al profeta, y fue a través de este acto que vino la reconciliación del pueblo con Dios.
Reconciliar. “He aquí yo os envió el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición” (Malaquías 4:5.6)
El líder es la clave. Esta es una de las grandes enseñanzas que nos da Jesús, pues el siempre tuvo en cuenta a las personas no por lo que ellas aparentaban ser, sino por el potencial que Él sabía que existía en cada una de ellas; un potencial que provenía del mismo soplo divino, pero estaba opacado por las diferentes circunstancias que los habían embargado.
Dios quiere confiarnos hermosas vidas, las cuales gracias a su fe, amor y empeño serán transformadas en valiosos líderes que levantarán una nueva generación para Dios.